Georgi se puso nerviosa,
así que me paso el volante para adentrarme en las entrañas del
Boulevard de la ciudad y ubicar con facilidad el parking de nuestro
hotel Luxor, réplica de una pirámide egipcia.
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Haciendo valer la ley de que se fuma en todos lados |
La sensación de entrar al
hall ha sido extraña: con las maletas aún en mano, ya divisamos
hordas de gente apoltronadas en máquinas traga perras, mesas de
ruleta y blackjack, pokers y demás juegos típicos del lugar. La
situación nos sobrepasaba. Tras dejar las maletas en la habitación
-dotada de dos camas de matrimonio-, nos decidimos llenar nuestros
hambrientos estómagos con un buffet libre de campeonato: ensaladas
variadas, pastas, salmón, sushi, carne...bastante correcto todo. Era
necesario para ubicarnos un poco mejor.
Tras dar un reconocimiento
por la pirámide, volvemos al habitáculo para planificar la jornada.
La idea era buena: ir a ver un show del “Cirque du soleil” en
homenaje a los Beattles, que se ve que es una gozada. Así que ducha,
nos arreglamos -me he puesto camisa especial para ocasión- y en
marcha. El lugar era el hotel Meritage, casi a la otra punta del
boulevard. Por el camino estábamos saturados: manadas de gente,
luces hipnotizantes, edificios bizarros, incitación al consumo y
perlas de alto nivel.


Impresionante, de veras. Es como un todo gigante concentrado en una linea recta, dónde los dolares se facturan a millones por múltiples vías: casinos, hoteles, restaurantes, tiendas de lujo y paradas de todo tipo. Ah, también hay un gran número de chicanos repartiendo flyers de prostitutas de un modo bastante gracioso.


Impresionante, de veras. Es como un todo gigante concentrado en una linea recta, dónde los dolares se facturan a millones por múltiples vías: casinos, hoteles, restaurantes, tiendas de lujo y paradas de todo tipo. Ah, también hay un gran número de chicanos repartiendo flyers de prostitutas de un modo bastante gracioso.
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Niggas with attitude! |
Tras un buen pateo,
llegamos al destino y “zas”!, este lunes el show se ha cancelado
excepcionalmente. Cabizbajos, damos media vuelta, tomamos unas
Coronitas en una esquina y replanteamos la situación. La alternativa
era clara: a jugar. Y así ha sido. Tras tomar otras birras de gratis
en el bar central del Luxor, nos envalentonamos y cambiamos nuestros
primeros viente dólares en la ruleta. Y yo no tenía ni puta idea de
como iba eso. Ahí la gente se sienta, fuma como si no hubiera
mañana, bebe y apuesta. Entre nervios y improvisaciones, acabamos
ganando ochenta pavos, que podrían haber sido más. Que sensación
tan divertida! Y encima te invitan a tragos mientras estás sentado,
magnífico.
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Apostando fuerte |
Subidos en el carro de la
victoria, nos mudamos al hotel próximo, el castillo Excalibur, a
seguir probando suerte. Tras un pequeño chasco inicial fruto de mi
inexperiencia en el terreno, cambiamos de mesa y tuti decide apostar
por el 13 negro. Y va y sale! Casi 100 pavos más! Toma ya.
Inteligentemente, decidimos retirarnos con los dolares en la
billetera, una sonrisa de oreja a oreja y la sensación de haber
sacado algo de partido a esta ciudad de cartón piedra, como algunos
la han bautizado.
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Victoria!! |
Mañana tenemos todo un
día aquí, veremos que depara. De momento, son más de las tres de
la madrugada y toca retirarse, que mañana habrá movida! Peace!!
Alguna foto de las copas que se cuelgan de la espalda?!?
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